Queremos dedicar el
tercer capítulo de nuestro monográfico Las Olvidadas a dos mujeres:
Catalina García Pérez (1840 - 1930) y su hija Catalina Salmerón García (1866 - 1943).
Catalina García Pérez (1840 - 1930) y su hija Catalina Salmerón García (1866 - 1943).
Aunque la primera es más conocida por haber sido la esposa del intelectual y político Nicolás Salmerón (1838 - 1908), presidente de la Primera República que en 1873 dimitió de su cargo porque se negó a firmar sentencias de muerte, pues decía que "La pena de muerte como materia de penalidad no la admitiré nunca, porque es contraria a mi conciencia, porque es contraria a mis principios y a los principios de la democracia", y a quien la historiadora María Carmen Amate, autora de la biografía-cómic en colaboración con el dibujante J. M. Beltrán, titulada Nicolás Salmerón. La vida de un presidente de la República española (Arráez Editores), define como un hombre íntegro, un símbolo de la Institución Libre de Enseñanza, y el filósofo y político que representó lo mejor de la España del XIX; fue Catalina quien en el año 1916 y ya viuda, ideó y fundó la asociación Fraternidad Cívica en defensa del derecho a la dignidad de un duelo laico en los cementerios madrileños, controlados en su mayoría por la Iglesia.
Entre los logros de Fraternidad
Cívica está haber llevado en
1917 la instalación del agua al cementerio civil de La Almudena, que se había
inaugurado en 1884 a pesar de la oposición de la Iglesia. “Hasta entonces, las
flores de los muertos duraban dos días y el camposanto estaba muy sucio”,
cuenta Paloma García Zúñiga, presidenta de la Asociación Cementerios.
Imagen: Antiguo deposito de cadáveres del cementerio civil de Madrid. Autor: Javier Jara.
Pero además, sus
miembros lucharon por la libertad más allá de las tapias de La Almudena:
asistieron a manifestaciones a favor de los derechos sociales, reunieron firmas
para celebrar el día de la República -antes de que se implantase el 14 de
abril- o mandaron escritos en defensa de presos encarcelados por sus ideas,
como el caso de Largo Caballero, Julián Besteiro y los demás políticos
encarcelados por participar en la huelga general de agosto de 1917.
En este año 2016 que
ahora termina, y un siglo después de su fundación, la Asociación Cementerios
refunda Fraternidad Cívica, nace así Fraternidad Cívica-Cementerio Civil “otros Libre Pensadores que recogemos su testigo
y continuaremos con humildad y gran respeto, su romántica y desinteresada
labor”. Esta nueva asociación celebra su primer acto desde el 9 hasta el 18 de
diciembre: una exposición monográfica sobre el mausoleo en el que está
enterrado Pablo Iglesias (fundador del PSOE y de UGT) en La Almudena,
coincidiendo con el 91 aniversario de su fallecimiento.
Fuentes:
Artículo de Diego Fonseca publicado en
Blog de la Asociación Cementerios
Catalina Salmerón García
estudió magisterio en Francia, durante el exilio de su padre. Se casó con Pedro
Pérez Díaz, insigne letrado del Consejo de Estado y una figura muy relevante en
la creación de los cabildos insulares -era natural de la Isla de La Palma-, y
al morir su esposo, incrementó su compromiso político, en especial en
movimientos antifascistas y en favor de los derechos de la mujer.
Cartel de guerra de
Mujeres Antifascistas, organización impulsada en 1933 por el PCE y presidida
por Dolores Ibárruri, que tuvo como presidenta honorífica a Catalina Salmerón
García.
Imagen:
Militó en el Partido Republicano Radical Socialista, junto a Victoria Kent, Carmen de Burgos, o Benita Asas Manterola, y en las elecciones generales de 1933 formó parte de la candidatura republicana de izquierdas que encabezó Manuel Azaña, participando activamente en la campaña electoral, aunque finalmente se quedó sin escaño. Ese mismo año, se convertía en presidenta honorífica, junto a la ejecutiva ocupada por Dolores Ibarruri, de la recién fundada Agrupación de Mujeres Antifascistas (AMA), una asociación auspiciada por el Partido Comunista y el Comité Mundial de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo que desarrolló durante la República una notable labor en el proceso de concienciación política y social de la mujer española.
“Catalina Salmerón
García fue sin duda una de las mujeres que trabajó con mayor denuedo por abrir
el surco de su emancipación en una España lastrada por el machismo más
recalcitrante. Su labor en tan difíciles momentos fue el fruto que recogieron
más adelante otras mujeres de fuste como Victoria Kent, Clara
Campoamor o Margarita Nelken, que se sentaron por
primera vez en el hemiciclo del Congreso de los Diputados durante la Segunda
República”.
Fuente:
Artículo de J.J. Rodríguez-Lewis publicado en
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